ETA, organización asesina vasca, y sus secuaces, cómplices y encubridores, está más debilitada que nunca. Su aparato político está en proceso de separación (aunque no se atreven a romper definitivamente por cobardía), no cobran el impuesto revolucionario y los pocos que hay dispuestos a matar saben que o serán detenidos antes de cometer el crimen, o poco tiempo después. Están en las últimas y lo saben.

Hoy es noticia que el candidato del PSOE y ex ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, está consiguiendo que haya más mujeres encabezando las listas socialistas para las elecciones generales del 20-N, porque “si se quiere que las grandes empresas aumenten el número de mujeres en sus consejos de administración, hay que dar ejemplo”. Visto así su planteamiento, puede ser un gesto positivo, pero lo cierto es que suena a “pose” a lo que nos hemos referido en otras ocasiones como “pinceladas de modernidad” y lo motivamos.

Con motivo de la reunión que esta tarde celebran los magistrados de la Audiencia Nacional, en orden a determinar si el hecho que se investiga en el conocido como “caso Faisán” puede ser considerado o no colaboración con banda armada queremos manifestar lo siguiente...

La Policía está otra vez en el punto de mira de los ciudadanos, los medios de comunicación y los políticos. Si cuando se inició el movimiento 15-M y la acampada en Sol se nos acusó de pasividad y de no hacer nada, ahora que se ha producido el desalojo se nos acusa de violentos. Sin embargo en ambos casos la Policía actúa cumpliendo las instrucciones de la Delegación del Gobierno en Madrid que en ocasiones nos pide que no cumplamos esa Ley.