España está, ahora sí, en el epicentro de la tormenta ideal, del tsunami financiero que puede devolvernos a mitad del siglo pasado, y que en cualquier caso, ha acabado ya con el periodo de bonanza y el estado de bienestar que hemos disfrutado durante las últimas décadas. Hay muy pocos chorizos de cuello duro y corbata en la cárcel y los de siempre, la gente del pueblo, los pobres y las clases medias, y nuestros hijos, pagaremos durante esta y la próxima generación el robo al que unos cuántos políticos